Ciudades abiertas, vivir, trabajar y socializar por la noche
A medida que las ciudades regresan a su actividad laboral, las horas entre el anochecer y la hora de dormir han cobrado inusitada importancia, especialmente ahora que los días se acortan en el hemisferio norte. Mucha gente siente el impulso de salir, pero quieren hacerlo a horas en las que hay menos gente. Esto supone hacer los centros urbanos más seguros, acogedores y atractivos las 24 horas del día, para que ciudadanos, visitantes y turistas puedan comer, comprar y beber a horas menos concurridas.
Schréder ha estado ayudando a algunos de los destinos urbanos más atractivos a conseguir esto durante décadas; nunca fue mejor momento para invertir en iluminación de calidad. Según se van reconstruyendo las sociedades y las economías, los espacios públicos que pueden seguir disfrutándose con distanciamiento social son una parte fundamental del relato de la recuperación.
Seguridad, confort, estilo
Para que los habitantes de la ciudad salgan por la noche, la iluminación ha de cumplir tres requisitos. El primero y más importante, la seguridad: a la gente le gusta sentirse segura, es decir, ver los obstáculos, el mobiliario urbano y a las otras personas. Sin una visibilidad excelente, no se atreverán a salir de noche, especialmente ahora que es necesario mantener la distancia con los demás.
Lo siguiente es el confort. Nuestra iluminación siempre ha cumplido con las normativas nacionales e internacionales, pero las ciudades pueden y deben ir más allá para ofrecer una calurosa bienvenida. Si se hace bien, la iluminación ambiental atrae a gente de todas las generaciones para aprovechar al máximo los espacios públicos, descubrir nuevas zonas y sacar partido a la vida nocturna.
Y finalmente, la estética: las luminarias han dejado de ser aburridos objetos que sujetan bombillas. Las luminarias decorativas dan un toque de elegancia que refleja el carácter de la ciudad, y Schréder ofrece formas de hacerlo para todos los niveles y presupuestos, desde proyectos totalmente personalizados a divertidas modificaciones de nuestras piezas estándar gracias a las que cada ciudad puede contar su historia.
Hacer lo ordinario extraordinario
La ciudad de Bradford, en el norte de Inglaterra, superó ampliamente estos conceptos básicos cuando iluminó Saint Blaise Square como parte de un plan de reurbanización de 15 años. La ciudad deseaba revitalizar el centro e ir más allá de sus famosos hitos victorianos, reflejo de su patrimonio industrial, atrayendo a la gente al Broadway Shopping Centre. La zona junto a St Blaise Court es una de las principales rutas peatonales desde la estación de ferrocarril de Forster Square al barrio comercial, un espacio ideal para albergar un toque diferenciador.
Schréder trabajó con la ciudad para realzar una arquería con SCULPline —un proyector arquitectónico de líneas esbeltas que crea infinitos sistemas de colores cambiantes utilizando iluminación roja, verde, azul y blanca (RGBW)—. El cliente quedó encantado.
La combinación de los arcos monumentales y la tecnología innovadora que se usó convirtió toda la zona en un paso agradable para los trabajadores pendulares y para quienes vienen al centro urbano a comprar y comer.
Y el proyecto fue un éxito entre el sector, ganando en 2017 el premio al proyecto de iluminación de exteriores del año en los Lux Awards, un reconocimiento a los mejores proyectos de iluminación del Reino Unido. Los jueces percibieron la transformación de una parte poco apreciada de la ciudad en un espacio seguro, limpio y acogedor.
Elementos de iluminación como estos, que mejoran las vías y pasos peatonales, animan a caminar y hacen posible que los ciudadanos se tomen un respiro para apreciar en lugar en el que viven. Aunque este trabajo se completó mucho antes de la pandemia, es la clase de proyecto que puede enriquecer la experiencia urbana, ya que así le apetece ir a pie a más gente.
Matar al dragón de las calles oscuras
La ciudad universitaria de Mons, en Bélgica, es famosa por su historia, folclore y vida cultural, en particular por el festival Doudou. Este acto, declarado patrimonio mundial por la UNESCO, atrae a miles de visitantes cada año a un gran desfile que culmina con una recreación de la lucha de san Jorge contra el dragón en la plaza de la ciudad. Las autoridades de la ciudad decidieron enfrentarse también un monstruo moderno: el despilfarro de energía y las calles mal iluminadas.
El mobiliario urbano de la ciudad ha estado dotado desde hace tiempo de una agradable armonía, gracias a un plan general elaborado en 1995 con el diseñador de iluminación Jean-Pierre Majot.
«La buena iluminación en una ciudad es la iluminación que te anima a descubrir sus calles y, sobre todo, quedarte», explica el plan de iluminación de la ciudad de Mons.
En 2018, la ciudad renovó la iluminación en sus calles peatonales comerciales, manteniéndose fiel al plan original. Las luminarias Yoa, que se integran perfectamente con la amplia variedad de fachadas en las calles peatonales, bañan las calles con una luz blanca cálida. Las fachadas de los edificios de piedra están iluminadas con LED de 4.000 K para resaltar los contrastes y la arquitectura.
Este es un recurso especial durante el festival Doudou, cuando decenas de miles de visitantes acuden a Mons. Las imágenes nítidas de CCTV sirven para que los servicios de seguridad garanticen que los actos se desarrollen sin problemas. Además, el cambio a LED ha reducido el consumo de energía anual de Mons en un 45%, incluso habiendo añadido 25 puntos de luz más.
Salir para hacer terapia de compras
En este extraño nuevo mundo, las personas se han vuelto naturalmente más precavidas a la hora de salir. Pero no es la primera vez que las ciudades han necesitado adaptarse. Las empresas de todo el mundo han pasado las dos últimas décadas ajustándose al auge de las compras online, y las ciudades han creado calles comerciales que hacen que la experiencia de comprar en el mundo real sea más atractiva que nunca.
El año pasado, Schréder finalizó la iluminación de las Planken, la calle comercial principal de Mannheim y una de las más populares del sudoeste de Alemania. Tras dos años de construcción, la zona peatonal es ahora elegante, claramente estructurada y sin obstáculos. Y también es acogedora por la noche: Schréder trabajó con Licht Raum Stadt Planung para crear una nueva luminaria para las Planken, un cilindro minimalista que rezuma refinamiento y elegancia. Se han instalado más de 400 luminarias en las Planken, atrayendo gente con indicaciones intuitivas de modo que se sientan a gusto comprando mientras la luz natural se desvanece, y quizá incluso deseen quedarse a cenar.
Sistemas interactivos, calles inteligentes
Los LED y los sistemas de control inteligentes han transformado completamente la tecnología de iluminación en los años recientes. Las ciudades pueden controlar la iluminación ideal para cada situación, de carriles para bicicletas en el cinturón verde a prestigiosas calles comerciales. Los niveles de luz, la intensidad e incluso el color se pueden adaptar a esquemas preprogramados o a variaciones ambientales, de modo que las ciudades pueden recortar en uso de energía y en costes de mantenimiento, además de reducir la contaminación lumínica.
Schréder lleva iluminando espacios públicos desde hace más de un siglo, contribuyendo a dar vida tanto a capitales de todo el mundo como a encantadoras plazas de pueblo. En un tiempo en el que hay mucho calor y no demasiada luz, puede ayudar a dar confianza a los ciudadanos por medio de una iluminación racional y sostenible con la que los entornos urbanos alcanzan su esplendor sin concesiones.
Desde que se incorporó a la empresa como ingeniero mecánico en 1988, Jean-Luc ha desarrollado una amplia gama de luminarias de alumbrado urbano, esforzándose siempre por mejorar el diseño y la eficiencia.
Ha viajado por todo el mundo, con una mentalidad práctica con la que aportar la solución perfecta para los clientes de cualquier lugar del planeta. ¡Cuesta encontrar algo que no sepa sobre iluminación!
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