El patrimonio de Bruselas conservado gracias a la iluminación de readaptación
Los faroles TEMPORE se han readaptado con moderna tecnología conectada para mejorar la eficiencia energética, la circularidad y la coherencia arquitectónica
En Bruselas, modernizar el alumbrado público implica también realzar el patrimonio urbano. Como parte de la transición energética de la ciudad, se ha lanzado un programa a gran escala para renovar los faroles históricos. Para Sibelga, el operador de iluminación de la ciudad, esta iniciativa se encuadra en una estrategia de economía circular para el alumbrado público. La estrategia se centra en la reutilización, adaptación y optimización, en lugar de en la sustitución, y está diseñada para cumplir objetivos específicos:
- acelerar el reemplazo de fuentes luminosas que hacen un uso intensivo de la energía;
- minimizar el impacto presupuestario de la transición;
- mantener la coherencia estética de la red de alumbrado de Bruselas.
TEMPORE: un farol que se ha convertido en símbolo identitario de Bruselas
Como operador de iluminación de los 19 municipios de Bruselas, Sibelga colabora estrechamente con todos los servicios municipales para establecer prioridades operativas, adaptar las opciones estéticas a los requisitos locales y garantizar la coherencia en toda la región.
El farol TEMPORE es un elemento del patrimonio urbano con estética art déco. Rápidamente se convirtió en el referente visual de la capital belga. Diseñado hace más de treinta años, continúa encarnando la elegancia urbana y la historia del mobiliario público de Bruselas. En la actualidad hay 4000 faroles TEMPORE en muchos municipios, como Bruselas, Schaerbeek e Ixelles, donde modelan los espacios públicos y reflejan la historia de los barrios. Sin embargo, las lámparas habían quedado ya obsoletas y consumían demasiada energía.
Soluciones de readaptación: la unión de lo antiguo y lo nuevo
Propusimos dos soluciones para que Sibelga cumpliera los distintos requisitos, permitiendo la integración de tecnologías modernas mientras se mantenía el diseño original de los faroles.
La primera opción era un kit de readaptación para modernizar los faroles existentes sin alterar su estructura original. Las unidades ópticas originales se han reemplazado por módulos LED conectados que consumen menos energía, tienen una vida útil más prolongada y se pueden controlar a distancia. Se han conservado las zapatas de montaje de piedra azul, los brazos históricos y los soportes de hierro fundido art déco, ya que estos elementos forman parte de la identidad visual de los faroles.
Después se ha diseñado una nueva versión en policarbonato de la luminaria, TEMPORE GEN2, para sustituir los faroles estropeados o para equipar nuevas zonas, todo ello manteniendo la estética original.
El principal reto técnico consistió en conservar el reflector histórico que iba integrado en la mecánica de la luminaria. Para lograrlo, nuestros equipos diseñaron un motor LED personalizado capaz de adaptarse a las limitaciones mecánicas sin apartarse de los requisitos de prestaciones fotométricas de la normativa actual.
Estas soluciones permiten a Sibelga preservar el carácter distintivo de los barrios normalizando los componentes eléctricos para facilitar el mantenimiento y lograr un control más eficiente.
Iluminación controlada, conectada y sostenible
Varios municipios de la región de Bruselas querían preservar la estética nocturna y reducir la contaminación lumínica. Nuestro equipo adaptó la fotometría para dirigir de forma eficiente la luz hacia el suelo y mantener visible la silueta luminosa de la cúpula en el paisaje urbano.
Como la TEMPORE GEN2, esta versión readaptada de la luminaria cumple totalmente los requisitos modernos. Incorpora un módulo LED de alta eficiencia, con capacidad para emitir 161 lm/W, que se puede conectar a la plataforma Schréder EXEDRA a través de nodos NEMA o Zhaga. Se ha rediseñado totalmente la cúpula de la TEMPORE GEN2 para facilitar la transmisión de datos. La pieza de aluminio opaco original se ha cambiado por una cúpula de policarbonato transparente. Esta modificación técnica garantiza una comunicación fluida entre las luminarias y un sistema de iluminación remoto. Sibelga utiliza su propia plataforma para controlar las luminarias a través de módulos Zhaga.
Iluminación inteligente con un ahorro de energía de hasta un 60%
Con su sistema de telegestión de la iluminación, Sibelga puede controlar a distancia las luminarias y ajustar la intensidad lumínica en función de la hora del día, generando un ahorro de energía de hasta un 60%. Las luminarias que llegaron a consumir hasta 170 vatios funcionan ahora con tan solo 50 vatios, y emitiendo una luz de mejor calidad. Al reducir el nivel de iluminación durante la noche, Sibelga consigue incrementar aún más el ahorro. La plataforma permite también optimizar las operaciones de mantenimiento.
Esta gestión precisa de la iluminación, que hace posible la readaptación de la TEMPORE, coincide plenamente con el plan de ciudad inteligente de Sibelga para Bruselas.
Socio(s)
Aplicacion(es)
Gracias al método de readaptación, que implica mejorar la tecnología del interior de la luminaria pero manteniendo la carcasa, Sibelga demuestra cómo el alumbrado público se puede hacer más inteligente y más energéticamente eficiente gracias a la tecnología LED. Este enfoque innovador forma parte de una estrategia de economía circular que reutiliza al máximo la infraestructura existente a fin de minimizar los costes. Esto posibilita la evolución de los espacios públicos conservando la identidad patrimonial y arquitectónica que confiere a las calles de Bruselas su encanto y singularidad
Readaptación: una estrategia circular con múltiples beneficios
La solución de readaptación para TEMPORE ha aportado varios beneficios tangibles a Sibelga:
- Medioambientales: se ha reducido la contaminación lumínica, ya que la luz se dirige solo hacia el suelo, que es mejor para la biodiversidad; el consumo de energía se ha reducido, y la reutilización de los componentes existentes se traduce en el empleo de menos materia prima.
- Económicos: al reutilizar la carcasa existente, se redujo al mínimo la compra de equipamiento nuevo, con la consiguiente reducción de costes, y el recorte significativo del consumo de energía supone ahorro a largo plazo.
- Estéticos: se conservó la identidad urbana y el patrimonio arquitectónico de Bruselas.